jueves, 2 de diciembre de 2010

De que vuelan...

Baruj Spinoza no creía en la "pava"
Hoy escuché en una radio de Caracas a una periodista que se quejaba amargamente que en los últimos 11 años Venezuela no ha vivido unas navidades que no estén marcadas por la tragedia. Desde el referéndum en diciembre de 1999, el día del deslave en Vargas, el país está bajo la sombra de la fatalidad.  Hace un par de años el genial Zapata recogió esta impresión en una caricatura en la que aparecía un pavo (un plumífero) que declaraba apologéticamente: “Yo no tengo la culpa de nada… ¿Hasta cuándo les voy a decir que “pavoso” viene de pava?”. Con esta caricatura Zapata estaba diciendo abiertamente algo que no siempre se expresa explícitamente en el discurso público venezolano. Una idea que circula entre los venezolanos, pero que muchas veces se queda en lo implícito, en lo “no dicho”, es que desde hace una década el país está bajo la influencia de algún tipo de maleficio o de un “mal de ojo” colectivo. No es mi objetivo discutir la veracidad de esta creencia o de otras creencias. Solamente quiero ilustrar cómo ellas perfilan nuestro imaginario como nación.


Hace algunas semanas estaba concluyendo un ensayo sobre el resurgimiento de lo mítico en la política venezolana. Mientras escribía el ensayo intercambié algunos e-mails con mi amigo Raúl Llovera en los que tratamos del papel del pensamiento mágico en la sociedad. Raúl me contó una anécdota por demás reveladora de ese état d’esprit que se ha apoderado de la gente en Venezuela, desde la clase media más educada hasta la gente de sectores más pobres. Aquí se las cuento. La hija de un ex-candidato presidencial (ya fallecido) se preparaba a ver un programa que sobre su padre transmitiría Globovisión. Ella anticipaba con aprehensión la posibilidad de que el presidente Chávez interrumpiera la emisión del programa sobre su padre con una de sus acostumbradas cadenas. Efectivamente, a las 7:30 pm se encadena “el ilegítimo” (así llama la señora a Chávez), por lo que concluye que no podrá ver el programa. Resignada se detiene frente al televisor y suelta la siguiente oración: “Si tu crees que te voy a odiar por esto, porque vas a impedir que vea la biografía de mi papá, te equivocas. No te odiaré nunca, te bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pido perdón a Dios en tu nombre por el daño que nos has causado, porque no sabes cuánto ha sido. Señor, consuela su corazón atormentado y dale paz, para sentir Tu paz, Señor. Hice una cruz sobre su cara …y seguí mi camino”. Cuando volvió frente al televisor, cuenta la señora, ya Chávez no estaba en pantalla. “Pudimos ver el programa, no sólo nosotros, sino el país…Eso es lo que tenemos que hacer cada vez que se encadene a decir sus boberías…hagan la señal de la cruz sobre su faz…Él está poseído por el maligno y como tal se nutre del odio. No lo odies…Nosotras amigas buenas, bellas, sanas, santas, inteligentes  y sabias le vamos a cambiar el odio por el amor”.


Esta es la otra cara de la pava y del mal de ojo, su inverso simétrico. A la pava del “que te conté”, le sale la contra de la plegaria de las “buenas señoras”. Así se va nutriendo el pensamiento mágico en un contexto en los que no han faltado eventos míticos, desde la entronización de los supuestos restos de Guaicaipuro en el Panteón Nacional, con piache y todas las demás yerbas, hasta la exposición urbi et orbe de los huesos de Simón Bolívar, un acto que ha suscitado las más variadas leyendas negras.


Baruj Spinoza entendió muy bien de dónde viene esta necesidad de creer que tenemos los seres humanos. Escribió el filósofo: “Si los hombres pudieran manejar todos sus asuntos a partir de un cierto plan, o si la fortuna les fuera siempre favorable, no estarían nunca a la merced de la superstición… (pero) en la mayoría de los casos sus corazones están dispuestos a creer en cualquier cosa…”. En estos tiempos turbulentos los corazones de los venezolanos está más dispuestos que nunca a creer “de que vuelan, vuelan…”.

4 comentarios:

  1. Sin duda. Es una forma de consolarse pensando que se tiene el "poder de modificar la realidad". Un aserto que me quedó claro cuando realicé el trabajo de Psicología Social con Marcos Brito. Esta fue una de las conclusiones del trabajo sobre las manifestaciones religiosas que aparecían en la obra estudiada, La Quema de Judas, las manifestaciones religiosas surgían del deseo y la necesidad de manipular la realidad.Una manifestación de la motivación de poder.

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  2. Querido Isaca
    El referencial mágico- religioso en la la cultura latinoamericana viene desde la época de la colonización,producto del llamado sincretismo entre aportes de conquistadores-colonizadores, de los esclavos africanos y creencias del mundo autóctono. La cultura se baso siempre en la busquedad del eterno Dorado, en rogar a través de imágenes religiosas pero con nombres de deidades africanas.tropicales, y en todo ese realismo mágico religioso podemos llegar hasta el rabo de cochino de García Marquez, es a través de ese esperar tiempos mejores, gendarmes necesarios y pare Ud de contar cuanto bicho de uña, el ciudadano no aprendió a elaborar su conciencia ciudadana, y es allí uno de los más grandes características de nuestras sociedades... no creemos en nada por ende no participamos, la suerte es la que nos arregla esto, nacen las quimeras como aquella de "los militares arreglan esto" ( bueno ya lo tenemos y todos sabemos) y mejor me voy para un país que funcione (una quimera más)... no creo que solo sea una cuestión de consolarse, es sencillamente que frente a una realidad que te somete,no queda más remedio que disociarse, y la religión, el pensamiento mágico religioso, la resignación, no queda más remedio que crear una forma de sobrevivir pensando que puede haber un mundo mejor, donde la suerte es posible... el pensamiento mágico religioso siempre ha existido en el ser humano, acà y en otras latitudes, interesante aquella película llamada la Aldea de como se crea el mismo para cohesionar a una sociedad... la pregunta es sirve para ¿disociar a una Sociedad?
    A ver cuando hablas de la familia elegida Querido Isaca

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  3. Gracias, Mercedes y Luis, por sus comentarios e informaciones que enriquecen estas notas sueltas. Sin duda el pensamiento mágico está profundamente aclado en nuestra mente como seres humanos. No creo que ninguna sociedad sea inmune a este tipo de pensamiento. En Venezuela, como me dijo un amigo hoy, todos los políticos han tenido algún tipo de relación con lo mágico-religioso.

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