jueves, 16 de diciembre de 2010

El ayatolá Boves

El fundamentalismo venezolano se alimenta de una profunda arrechera.

Boves, por lo menos el que me enseñaron en la escuela, era un personaje extraño a lo que yo identificaba con Venezuela y los venezolanos.  El Taita Boves, el azote de los Llanos, representaba una crueldad, una violencia que yo no asociaba con el país al que llegué en 1968. Claro que yo era un tanto ingenuo, no conocía bien la historia de Venezuela, no tenía conciencia plena de lo que fueron la  Guerra de Independencia y la Guerra Federal, ni las crueldades de los dictadores, ni de la lucha armada de los 60, ni tantas otras cosas que mostraban un rostro poco amable del país.


En 1974 RCTV transmitió una adaptación de la novela de Francisco Herrera Luque, Boves el urogallo. Como seguidores de las telenovelas que éramos, en mi casa vimos noche tras noche los capítulos del culebrón histórico protagonizado por un joven Gustavo Rodríguez. La imagen del Boves cruel, resentido, que me presentaron en la escuela, se confirmó ante la verosimilitud del relato televisivo (como se me hizo verosímil el esbirro de la dictadura de Pérez Jiménez, Pedro Estrada, también representado por Gustavo Rodríguez en la famosa telenovela Estefanía de Cabrujas y Mármol). 


Ahora, en estos tiempos de revisionismo histórico y propaganda, los más anarcos del llamado chavismo reivindican a Boves como el primer “gran revolucionario” de Venezuela. Apoyan sus argumentos en dos obras que no fueron precisamente escritas por anarco-comunistas ni mucho menos. Una es Bolívar y la guerra social del autor dominicano Juan Bosch. La otra es Historia de la rebelión popular de 1814, del venezolano Juan Uslar Pietri (hermano de Arturo). Además, el mismo Herrera Luque llamó a Boves “el primer líder de la democracia” en Venezuela. Los chavistas hiper-radicales afirman que Boves encabezó la primera guerra social de los pobres contra los ricos en el país, guerra que ha continuado sin parar desde entonces con distintas manifestaciones y momentos (el Caracazo sería otro gran episodio de esta guerra). No les falta razón. Boves lideró a una parte del pueblo pobre contra los blancos criollos. No hay duda que Boves fue un líder popular que, si bien se alineó con los realistas, puso en marcha un movimiento violentamente revolucionario que hizo tambalear la Segunda República.


Dejando a un lado la verosimilitud de la imagen telenovelada del Boves de mi infancia, y los análisis socio-históricos (valiosos y esclarecedores), puedo decir ahora que el caudillo asturiano es el arquetipo del integrista venezolano. Visto lo que estamos viendo en estos años, y especialmente en estos días, aprecio con mayor claridad lo que Boves representa. No es el integrista religioso (del tipo musulmán, cristiano ó judío), ni tiene la vocación de “pureza” (étnica o teológica) de los fanáticos. Su único dogma es la violencia, la destrucción, la venganza, el disfrute absoluto del poder bruto que avanza y arrasa. 


Este integrismo criollo, que es en su fundamento una “arrechera”, tiene un poder movilizador tremendo. Boves lo demostró, como después lo hiciera Páez, que encabezó a los mismos lanceros que se pasaron a la causa republicana. Basta ver las actuaciones políticas de Chávez y sus acólitos en días recientes. Si bien la violencia política la dosifican y  administran (por ejemplo, hoy golpearon a mi colega y amigo Carlos Correa, director de la ONG, Espacio Público), hay en la misma actitud y discurso del comandante-presidente ese resentimiento “integrista”. A su manera, estos resentidos hacen de ayatolás de una religión del odio que está carcomiendo las bases de la convivencia en Venezuela. Veremos hasta dónde llegarán (ó los dejarán llegar). 

2 comentarios:

  1. Tu siempre has sostenido la tesis de que los venezolanos a pesar de las apariencias son un pueblo violento. Recuerdo en conversaciones familiares cuando salía el tema de Esteban y la posibilidad de una guerra civil , todos sostenían que en Venezuela eso es imposible dado el carácter pacifico del pueblo venezolano, sin embargo tu traias como ejemplo las guerras que describes en tu artículo y además decías que Bolívar liberó a los otros países prácticamente con tropas venezolanas.

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  2. Interesante esta analogia entre Esteban y Boves, lo unico es que el primero esta tratando de recontruir la historia de nuestro pais a su manera. El vive en una utopia donde se crea los personajes, lo triste es que hay quienes lo siguen. El pueblo venezolano es conformista y si creo que violento, ya ue si analizamos lo que pasa en los barrios de Caracas donde asesinan por un par de zapatos, eso se llama violencia, ya que no matan por hambre. Gracias por compartir tu aticulo, un abrazo amigo

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