sábado, 11 de diciembre de 2010

Antes que anochezca

González León, Cabrujas y Nazoa: tres grandes de la memoria audiovisual.

Esta nota se intitula como la novela de Reinaldo Arenas (1943-1990) en la que relata la brutal represión de la que fue víctima en la Cuba comunista. Me tomé la libertad de tomar prestado este título para escribir sobre la memoria de una época y de unos personajes que definieron lo que soy, memoria que pretende ser enterrada por este régimen que nos conduce a la noche de la ignorancia y del olvido. Quiero, como comentó mi amigo Luis Parada, reivindicar mis tiempos de nerd (la palabra que en inglés define al “intelectual” medio gafote, lo que en España se llama un “empollón”); el nerd que bebió de la cultura gracias a cierta televisión y radio que se hizo en Venezuela en el siglo XX.


No olvido a Adriano González León, quien en su programa “Contratema” del canal 5 de la Televisora Nacional me enseñó a apreciar a los poetas malditos: Rimbaud, Baudelaire y el Conde de Lautréamont. No olvido a Aquiles Nazoa que en  “Las cosas más sencillas” (por el mismo canal) me hipnotizaba con sus palabras y sus gestos. Tampoco olvido al Maestro José Antonio Calcaño quien acostumbraba a pasearnos “Por el mundo de la cultura” y cerraba su programa con la expresión “suficiente, suficiente…”. No puedo olvidar esa revista cultural con un lenguaje audiovisual de vanguardia que fue “Síntesis”  ( y otro programa que hacía el mismo equipo que dirigía Sergio Sierra cuyo nombre se me escapa).  No olvidaré las obras del teatro universal que llevó a la televisión Marcos Reyes Andrade (mi profesor en la UCAB), en lo que fue una vez un digno canal 8. Por supuesto, es imposible olvidar a Arturo Uslar Pietri y sus “Valores humanos”, que hoy se pueden escuchar en Unión Radio. O las entrevistas que hacía Pedro Berroeta, inteligentes, críticas, siempre con gran respeto por su interlocutor. Quiero recordar a Rodolfo Izaguirre que por la Radio Nacional de Venezuela (RNV) me hizo recorrer la historia del cine como “mitología de lo cotidiano”  (y su programa en el canal 5, donde vi a los clásicos del cine mudo). Jamás olvidaré la voz de José Ignacio Cabrujas contándonos a su manera los argumentos de las grandes óperas italianas los domingos por la tarde, también por la RNV.  Ni olvidaré los conciertos televisados de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Maestro José Antonio Abreu, ni la música llanera que presentaba los sábados Luis Brito Arocha por el canal 8.


Podría seguir, pero la memoria es traidora, escurridiza. Podría también mencionar “Sopotocientos”, nuestro Sesame Street, o las presentaciones de Aldemaro Romero y su Onda Nueva por la televisión, o los programas que Renny Ottolina filmó en la Gran Sabana y en París. Todo se encadena de forma desordenada, con omisiones que algún lector podrá colmar. Es necesario, sin embargo, recordar. Sobre todo este fin de año, cuando desgraciadamente malos augurios asoman en el horizonte de esta Venezuela maltratada. Resistamos también con la memoria. 

2 comentarios:

  1. Yo resisto a mi manera: con mis podcasts y mis historias que van a ser expurgadas con el argumento de "desviacionismo ideológico". Lo dejo en el ciberespacio para que alguien los recoja.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Isaac por llevarnos de la mano a estos recuerdos que vivimos los amigos que tenemos ya un poquito más de 18 años.
    "Retratos" era el programa de Sergio Sierra que penetraba la cámara de una manera innovadora por aquellos mediados de los años 70.
    Hacemos hoy lo que corresponde a cada uno en ese afán de "Necesidad de Libertad" para recordar nuevamente a Reinaldo Arenas...no en vano el título. Gracias Isaac, buen amigo

    ResponderEliminar